El flamenco, con su rica historia y su constante evolución, ha sido un vehículo para la creatividad de muchos artistas. La historia de **Discos Probeticos**, un sello discográfico que surgió gracias a la colaboración entre grandes figuras del flamenco, es un testimonio del poder del arte y de la amistad. Este relato, que abarca desde la idea inicial hasta la grabación de discos emblemáticos, revela la pasión que rodea a la música y el flamenco en particular.
Los inicios de una colaboración artística
A principios de los años noventa, **Enrique Morente** y el narrador de esta historia forjaron una amistad que se tradujo en una colaboración artística significativa. En 1993, la idea de crear un sello discográfico comenzó a gestarse. Morente, reconocido por su innovación y su amor por el flamenco, quería ampliar los horizontes del género. La propuesta inicial era grabar una **enciclopedia de cantes** utilizando un concepto que nunca antes se había explorado: seleccionar diferentes guitarristas para acompañar a un solo cantaor.
El plan era ambicioso y requería una inversión considerable. La cifra estimada para llevar a cabo este proyecto ascendía a treinta millones de pesetas. A pesar del entusiasmo, el primer intento de conseguir financiación a través de la **AIE** (Asociación de Intérpretes y Ejecutantes) resultó infructuoso. El presidente de la AIE, **Luis Cobos**, no mostró interés en el proyecto, lo que llevó a Morente y su amigo a buscar otras oportunidades. A pesar de los reveses, la idea de la antología seguía viva en sus corazones.
La pasión por el flamenco y los toros
Las tardes de toros en **Las Ventas** eran un reflejo de la cultura española y un espacio donde Morente y su amigo disfrutaban de la vida. Para el narrador, cada corrida era una experiencia que iba más allá del arte del toreo; era un lugar donde se mezclaban la música, la poesía y la tradición. Aunque el narrador no era un experto en toros, la esencia del momento lo cautivaba. Era un aprendizaje constante, donde cada conversación con Morente enriquecía su comprensión del flamenco.
Morente, conocido por su sabiduría y generosidad, se convirtió en un mentor para el narrador. Este último siempre llegaba con preguntas sobre el flamenco y Morente respondía con paciencia y conocimiento. La figura del cantaor no solo brillaba en el escenario, sino que también iluminaba la vida de quienes lo rodeaban con su profunda comprensión del arte y de la vida misma.
La creación de Discos Probeticos
Un día, Morente llamó al narrador con una idea que cambiaría su trayectoria: crear un sello discográfico que les permitiría grabar a aquellos artistas que admiraran. La pasión del cantaor por la música era contagiosa, y el narrador, quien en ese momento dirigía el prestigioso sello **Deutsche Grammophon**, sintió que esta era una oportunidad única para aprender y contribuir al mundo del flamenco.
El nombre del sello fue idea de Morente: **Discos Probeticos**. A pesar de que el narrador sugirió la corrección a «Pobreticos», Morente insistió en su elección única, que representaba su conexión con la cultura de **Granada**. Con el nombre decidido, se avanzó en la creación del logo y en los pasos necesarios para registrar el sello oficialmente.
El primer disco y su impacto
El primer proyecto bajo **Discos Probeticos** fue un disco del talentoso **Rafael Riqueni**. Este guitarrista sevillano había capturado la atención de muchos con su virtuosismo y su profunda conexión con la música flamenca. Juntos, se adentraron en el estudio **Musigrama**, donde Riqueni grabaría una selección de piezas inspiradas en los grandes maestros de la guitarra flamenca, como **Sabicas** y **Ricardo Escudero**.
El proceso de grabación fue intenso, marcado por la búsqueda de la perfección. Riqueni, con un compromiso admirable, insistía en que cada toma de palmas fuera perfecta, lo que llevó a largas horas de trabajo. La llegada a la sala de grabación de figuras como **Tony Maya** y **Enrique Pantoja** sumó un aire de autenticidad y camaradería al proyecto. Cada sesión de grabación era un diálogo entre los artistas, un intercambio de ideas que enriquecía el producto final.
La inesperada participación de Morente
En un momento clave, durante la grabación de la conmovedora marcha de Semana Santa titulada **Amargura**, Morente llegó al estudio y, después de escuchar el trabajo de Riqueni, decidió añadir su voz al proyecto. La sorpresa fue mayúscula; un disco de guitarra flamenca iba a incluir la voz de uno de los más grandes artistas del género. La emoción se palpaba en el ambiente, y las tomas se sucedieron con una intensidad que culminó en una serie de pistas que unían la guitarra y la voz en una armonía perfecta.
El resultado fue un testimonio de la creatividad y la improvisación, características que definen al flamenco. Mientras se mezclaban las pistas, Morente guiaba el proceso con su mirada y gestos, reflejando su experiencia y su pasión por el arte. El disco, que se convirtió en el primer lanzamiento de Discos Probeticos, fue un hito no solo para los artistas involucrados, sino también para la música flamenca en general.
Un nuevo capítulo en la vida del narrador
En febrero de 1994, llegó una nueva oportunidad profesional cuando el reconocido coreógrafo **Antonio Gades** contactó al narrador. Este llamado significaba un cambio significativo en su carrera, pero también una despedida de Discos Probeticos. La reacción de Morente fue inesperada; aunque al principio pareció indiferente, pronto mostró su apoyo con una calidez que caracterizaba su amistad. Esta mezcla de emociones marcó el cierre de una etapa y el comienzo de otra.
Los caminos de Morente y el narrador se separaron temporalmente, pero el impacto de su colaboración perduró. Discos Probeticos no solo fue un sello discográfico; representó una conexión profunda entre artistas, la búsqueda de la excelencia y la celebración del flamenco como una forma de vida. Esta historia, llena de pasión, amistad y musicalidad, sigue resonando en el corazón de aquellos que aman el flamenco y su rica historia.
El legado de Discos Probeticos y su influencia en el flamenco
El impacto de Discos Probeticos no se limitó a su primer lanzamiento. A lo largo de los años, el sello se convirtió en un referente para la música flamenca contemporánea, apoyando a artistas emergentes y consolidando a maestros ya establecidos. La filosofía de Morente de dar voz a diversos artistas y estilos dentro del flamenco generó un nuevo enfoque en la producción musical.
Hoy en día, Discos Probeticos es recordado no solo por la calidad de sus grabaciones, sino también por su influencia en la forma en que se aprecian y producen las obras flamencas. La idea de combinar diferentes guitarristas con un único cantaor ha sido replicada y adaptada, demostrando que la innovación y el respeto por la tradición pueden coexistir en el arte.
Reflexiones sobre la amistad y la música
La historia de Discos Probeticos es también una reflexión sobre la amistad y la colaboración artística. La relación entre Morente y su amigo muestra cómo el apoyo mutuo puede llevar a la creación de obras maestras. La música flamenca, en su esencia, es un diálogo continuo entre las generaciones, donde cada artista aporta su propia voz y estilo al patrimonio cultural.
En este contexto, es vital reconocer la importancia de la comunidad en el mundo del flamenco. Las interacciones entre músicos, la transferencia de conocimientos y la apreciación de diferentes estilos son fundamentales para el crecimiento y la evolución del género. La historia de Discos Probeticos es un hermoso recordatorio de que la música, en todas sus formas, conecta a las personas y enriquece nuestras vidas.

























